En 1948, hace ahora 77 años, nuestro taller de carpintería comenzó un camino lleno de ilusiones y con el deseo de hacer las cosas bien. Fueron unos inicios difíciles, con grandes carencias técnicas, pero con mucho ingenio y profesionalidad.
Hoy, una segunda generación, con el espíritu renovado de aquellos orígenes, pretende seguir ofreciendo un producto de calidad con un buen servicio, adaptándose a los condicionantes de un mercado en constante evolución.
De las antiguas sierras circulares o las galopes a los programas informáticos de optimización de materiales, cantejadoras de cola caliente, escariadores, multitaladros y bisagradoras neumáticas, todo está orientado a ofrecer un servicio personalizado y de la mejor calidad.